LA VIDA SIEMPRE TE SORPRENDE...Y, A VECES, DE FORMA MUY BUENA (TERCERA PARTE).
Al lunes siguiente, me reprendía a mi misma por la oportunidad perdida y sólo me preguntaba que cómo con la edad que tenía hacía las mismas tonterías que cuando era una adolescente.
No obstante, ese mismo día, ya por la noche, mi amigo de la facultad me llamó. Al parecer mi plan había dado su fruto, lo que había ocurrido es que yo no había tenido la suficiente paciencia para esperar su realización. Por tanto, mi amigo me dijo que había visto en un correo que yo quería ir a ver la película de Sherlock Holmes, y que como nadie había contestado, que si yo quería le podía él decir a J si quería verla él también porque normalmente él tenía problemas para encontrar gente para ir al cine. Me dijo que si me importaba que él le diera mi número para que ya me llamara y nos pusiéramos de acuerdo. Le dije que sin problema que le diera mi número y que ya hablaría con él.
Así que después de todo mi plan “manipulador” había funcionado, al menos, en un 50%. Ya sólo quedaba saber si el otro 50% (que J me llamara) llegaba a buen fin. Y así fue. El martes por la tarde J me llamó para ir al cine el domingo de esa semana y yo acepté. Ya sólo nos quedaba saber cómo se desarrollaría ese encuentro: si sería el comienzo de algo o el final de algo que pudo ser.