Hay gente que colecciona grandes amores en su vida. Otras coleccionan grandes desamores. Yo simplemente colecciono más el tipo de amores que nunca pueden ser.

Hoy es el cumpleaños de uno de esos grandes amores que no llegaron a ninguna parte. Así que me decidí a mandarle un mensaje felicitándolo. Si miro atrás creo que hacía por lo menos un año que no hablaba con él, supongo que desde su último cumpleaños cuando lo llamé para felicitarlo. Pero este año era distinto, no me sentía con fuerzas para hablar con él. Hacía mucho tiempo que no le llamaba y esta vez me decidí a dejar pasar el tiempo y a olvidar...siempre olvidar. Por lo tanto, me armé de valor y le envié el mensaje porque hasta dudaba de hacerlo.

Lo escribí sin saber exactamente que poner. Al final, como siempre, escribí chorradas que no dicen mucho, simplemente un "me acordé de ti en este día". Al minuto él me estaba llamando. Me quedé mirando el móvil sin saber si descolgarlo o no. Sinceramente, no tenía fuerzas. Pero, si no lo hacía se que me iba arrepentir. Así que descolgué y hablé. Las mismas chorradas de siempre con las que no se dice nada. Y al final por parte de él he sacado un "me alegro de escucharte" y un "he intentado llamarte más veces pero siempre me surgen otras cosas, tu ya me entiendes".

Como siempre, esta llamada me ha dejado mal sabor de boca, y mucho más triste que alegre.