¿Hogar dulce hogar?
Después de mi semana por U. K. y una semana más sacando trabajo a mogollón de la oficina (que me lo han acumulado todo en la mesa) necesito otras vacaciones. Con la gente que normalmente hablo de los viajes que realiza, siempre llego a la conclusión de que en los últimos dias están deseando volver a su casa, a su rutina....a mi esto al menos esta vez, no me ha pasado. Vamos la semana se me ha hecho corta y cuando llegó el último día no tenía ninguna gana de volver. Nada. Ni sentimentalismo ni nada. Simplemente no quería volver otra vez a la rutina. A este trabajo que en demasiadas ocasiones resulta deprimente. No quería volver a escuchar los gritos de mi jefe (que últimamente se está aficionando a darlos demasiado a menudo; la confianza da asco). Me hubiera quedado allí....¿cuánto tiempo? Ni idea, pero más de una semana seguro. Y esto no es ni síndrome post vacacional ni leches...........esto es un intento desesperado por desconectar de la rutina que me envuelve a diario y que te agobia poco a poco. Y cuando te das cuenta ya te tiene atrapado y asfixiado con la paradoja de que cuando te vas estás deseando volver a regresar. Menos mal que después de este viaje, he descubierto que la rutina aún no me ha ganado. Espero seguir manteniendola a raya por bastante tiempo.