Viendo el otro día "Se lo que hicisteis...", Ángel Martín puso un video sobre la televisión italiana para mostrarnos de qué manera tratan a las mujeres en dicha televisión. Me quedé helada al ver que las tratan de cualquier forma menos como a una persona. Y lo peor es que después de tal humillación pública ellas sólo sonríen. Me quedé tan impactada que empecé a buscar el video por internet para poder ponerlo en el blog y así fue como descubrí el documental de Erik Gandini, "Videocrazy". También descubrí que había tenido muchísima repercusión en Italia y que fue presentado en el Festival de Venecia, pero como siempre, a saber que estaba haciendo yo en esos días para que no me enterara de nada.

Videocracy muestra las entrañas del imperio Mediaset (que está controlado por el Grupo Finivest, que pertenece a Silvio Berlusconi, propietario de las tres televisiones privadas más importantes del país) y lo que lo rodea: letterine, letteronze y schedine, sobrenombres que se otorgan a las chicas que aparecen en televisión donde el machismo es la estrella principal invitada. Por tanto, es un documental que trata del enorme poder audiovisual del primer ministro italiano y su influencia en el país, propiciando que la fama sea el objetivo principal de gran parte de su población.

En él se presentan las tres últimas décadas de televisión italiana, prestando especial atención a la obsesión de las jóvenes italianas por convertirse en "velina"; es decir, chicas que quieren llegar a ser esas jóvenes y guapas que aparecen en las pequeñas pantallas de televisión del país realizando unos bailes de unos 30 segundos para mantener la atención del telespectador (esto me recuerda a las “mamachico”, sino cuando veáis el trailer del documental ya veréis que hay una escena que os lo recuerda). Para ello, estas chicas se presentan a concursos en centros comerciales del país para así conseguir el ansiado puesto de “velina”.

Con este documental, el director trata de denunciar como en estos últimos 30 años la televisión italiana se ha convertido en un escaparate en el que se muestra carne femenina de manera gratuita, dejando claro que en el país italiano "la imagen tiene mucho más poder que la palabra."

Pero la polémica no está sólo en lo citado anteriormente (que no es poco) sino que recoge también el testimonio de Lele Mora (representante de famosos y amigo personal de Berlusconi) en su mansión de Cerdeña donde se enorgullece de confesarse seguidor del exdictador italiano Benito Mussolini (ya hemos visto todos en la televisión las fiestas en las mansiones de este grupo de personas cercanas a Berlusconi).

En fin, aquí os dejo el trailer del documental que ha sido vetado por la RAI (televisión pública italiana) por considerarlo “críticas a una facción política”.

Para finalizar me quedo con una frase del director que dice mucho (bajo mi punto de vista) de la situación por la que pasa Italia:

“Todo el mundo sabe que Silvio Berlusconi ha conseguido ser primer ministro gracias a la televisión, ya que el 80% de los ciudadanos se informan únicamente a través de este medio”.