El trabajo de Cicerone.
Por varias circunstancias, he tenido que enseñar Valencia a media Italia, a media América, a alguna que otra alemana, sueca, y demás nacionalidades erasmus, y siempre he tenido el mismo problema.
Aunque puedes tirar de alguna ruta, no dejes que se agobien con tanto monumento, siéntales en una terraza, deja que se empapen del ambiente de la ciudad, que se tomen un par de tintos con limón... Nadie va a echarte en cara no haber visto esto o aquello, pero por si acaso pregúntales si tienen especial interés en ver algo.
Y aunque a veces te sonroja ver que un completo extraño, bien informado, conoce mejor que tú la historia de tu ciudad (como yo siempre digo, "yo sólo vivo aquí), si ves que se aburren un poco, dales vino.
Volverán a casa encantados.
Un beso, cicerone!
Muy bien, oído cocina. Si veo que la cosa decae aplicaré el plan B que tan sabiamente me has dado: ¡EMBORRACHARLOS! Así no se acordarán de nada, ni de lo bueno ni de lo malo...jajajajaj.
Muchas gracias.
Besos y ánimo que sólo te queda un exámen para la libertad!