Directora de Recursos Humanos.
Es gracioso, pero muchas veces a lo largo de la carrera me pregunté, cuando estudiaba algunas asignaturas del programa, que para qué me iba a servir estudiar, por ejemplo, Recursos Humanos I, Recursos Humanos II y Dirección de Personal. Bueno, pues ya tengo la respuesta: aquí se presenta la nueva Directora de Recursos Humanos de la empresa. Aunque también soy la Directora de Administración. Lógico, soy la única trabajadora. Estamos mi jefe y yo (él, por supuesto, es el Gerente).
Así que entre la semana anterior y ésta me he encontrado redactando una oferta de trabajo, insertándola en internet, recibiendo la avalancha de curriculum (más de trescientos y porque sólo he dejado la oferta cuatro días y le ha pillado sábado y domingo por medio), leyendo hasta que se me caian los ojos y lo peor...decidir quién sí y quién no entraba en la selección. Creí que esto sería más fácil de llevar pero a la hora de leer los curriculum enviados por tanta gente no podía parar de pensar que no hace mucho yo estaba en la misma situación: enviandolos y esperándo a que alguien me llamara. Ha sido un poco duro porque al final son tantos que tienes que eliminar a la gente por cualquier cosa y eso no es fácil. Al menos no es fácli para mi. Aún recuerdo con la ilusión que los enviaba imaginándome que clase de trabajo era por lo que ponían en la oferta...vamos que se me ha hecho cuesta arriba elegir entre tanta gente.
No obstante, después de pasar por el martirio de ser por unos momentos la persona que juega con el futuro laboral de algunas personas (se que suena muy extremista pero leyendo el curriculum de mucha gente te das cuenta que muchos de ellos sólo buscan una oportunidad para coger experiencia, para poder empezar a andar) me tocó empezar a llamar a la gente para dar cita para las entrevistas personales. Aquí vuelta a recordarme cuando me llamaban para decirme que había sido seleccionada y para darme la dirección en la cual te iban hacer la entrevista. Y volvió otra vez a mi mente los nervios que se pasaban y era gracioso porque a alguna de las personas a las que llamaba se les notaba ese nerviosismo de la primera llamada que puede resultar tu entrada en el mundo laboral y lo nervioso que te pones anotando los datos.
Por fin, esta semana hemos empezado con las entrevistas personales (y lo que nos queda) y vuelta a lo mismo. Es que es alucinante como me veo reflejada en muchos de ellos...como me recuerdan en mis comienzos...
En fin, pero pensándolo bien...es que sólo hace tres años de cuando empecé a abrirme camino en el mundo laboral...es normal que aún lo tenga tan presente.