Buuufff. Mirando la última entrada no sabía que había pasado tanto tiempo sin atormentar este mundo de blogueros. Peeeeeeeero, ya he vuelto. Para bien o para mal. Para el que le guste o el que no. Ya estamos aquí. Ya se que a lo mejor no escribo tanto cómo debería de hacer, porque al fin y al cabo el tener esto abierto es para usarlo. No obstante, como esto es una especie de diario público que cada cual lo usa para lo que quiere, ¿por qué no voy a escribir yo cuando quiera? Pues eso. Que voy a seguir escribiendo, que no creáis que lo había dejado, simplemente es que yo soy así. No me gusta que me controlen el tiempo libre, me gusta hacer lo que quiera y creo que debo escribir cuando me apetezca.

Soltado ya todo ese rollo y resumiendo, que he vuelto. Que el día que decida echar el cerrojo me despediré, lo prometo. Pero no ha llegado el momento. Aún no. Creo.

En fin, espero que todos hayáis pasado unas fiestas estupendas y que os hayan traído muchas cosas los Reyes Magos. Para mi, estas fiestas han sido extrañas, de muchos cambios. Así que me he estado adaptando a las nuevas situaciones. Una vez leí, no se de quién, "adaptarse a los cambios es madurar". Creo que simplemente estas Navidades he madurado. Me he quedado asombrada de mi misma de lo adaptable a los cambios que me he vuelto en dos años. Me siento rara. Parece que no me reconozco...pero vamos a dejar el autoanálisis que eso ya es otra historia.

¡¡FELIZ VUELTA A LA MONOTONÍA!!