A lo mejor para muchas personas era lo más lógico que sucediera pero yo he de confesar que en todas las conversaciones que he tenido con mis amigos siempre decía lo mismo: ya veremos cuando el estadounidense de a pie se acerque a votar. Y es que siempre he pensado que los estadounidenses (y alguno que otro he conocido) tienen una doble moralidad muy fuerte. ¿Y esto que significa? Pues que cuando se le acerca el de turno a hacerle la encuesta de intención de voto, pues queda muy bien si dice que vota a Obama, ya que se considera políticamente correcto, pero a lo mejor después está pensando que nunca votaría a alguien de color.

Con ello, he de confesar que el pueblo americano me ha sorprendido ya que Obama ha ganado con una mayoría bastante amplia lo que significa que el estadounidense de a pie ya está harto y quiere un cambio. ¿Pero qué clase de cambio? Yo no soy ni de republicanos ni de los demócratas porque he de confesar que entiendo bastante poco de la política estadounidense. Ahora, de lo que sí puedo opinar es de los Presidentes que nos imponen al resto del mundo. Para mi ya sería un buen cambio que no se pareciera en absoluto a Bush. En cuanto a si es la mejor opción. No lo se. El tiempo nos lo tendrá que decir. Ayer mismo por la noche estuve viendo un programa de Documentos TV en "La 2" sobre la vida de Obama. Desde que nació hasta estos días. He de decir que es increíble la vida que ha tenido este hombre. Bajo mi punto de vista, un hombre bastante ambicioso, pero supongo que sin ambición nunca podría haber llegado hasta donde lo ha hecho. Quiero pensar, que el que ya se haya cambiado de republicanos a demócratas tiene que significar un gran cambio pero habrá que ver el programa de este Presidente, y si con él, las relaciones de España mejoran con el país americano.

No se que nos deparará el futuro. Lo que si es cierto es que mientras nuestras elecciones tienen una repercusión moderada (no más allá de la Unión Europea) las de Estados Unidos tienen una repercusión total. Cuando he tratado este tema con los americanos que he conocido, siempre les he dicho lo mismo: "no sois conscientes de que con vuestro voto no sólo estáis influyendo en vuestras vidas sino en las de muchos millones de personas del resto del mundo".