Pues sí. Como comenté ya hace unos días me estaba oliendo que mi compi iba a durar menos que una pompa de jabón. Y dicho y hecho. Mi jefe ayer por la tarde (que no se encontraba en la oficina el compi) me comentó que no le veía nada de futuro al muchacho y que "nos habíamos equivocado" en la elección (ese comentario tiene bastante gracia cuando el que siempre ha tenido la última palabra para contratar ha sido él). Pero claro, un jefe siempre tiene que echarle la culpa a alguien y como en este caso él se pringó bastante en la elección pues al final yo también he tenido culpa...a mi que me lo expliquen pero bueno.

Así que en resumidas cuentas, piensa aguantarlo hasta que le cumpla el contrato en septiembre. Me da mucha pena por el compañero. En realidad lo que más rabia me da es que en el fondo mi jefe tiene razón y el chaval está como dormido o en otro mundo. ¿No se da cuenta que con la edad que tiene no se puede dormir en los laureles de esa forma? ¿No entiende que las oportunidades hay que aprovecharlas y sacar el máximo partido de ellas? Me da pena pensar que cuando se vaya de aquí y mire atrás piense que perdió una oportunidad de poder espabilarse y coger experiencia para poder saltar (si es eso lo que quería) a otra empresa.

En fin, creo que al final esto ya se ha convertido en crónica de una muerte anunciada. Me encuentro bastante desanimada. Cuando conoces a la gente y pasas tanto tiempo al día con ellos da pena verlos marchar.

Estoy bastante apagadilla y eso en mi no es normal. Creo que se me han juntado muchas cosas en unos pocos días. He de sacudirme de golpe todo este desánimo. A ver si la vida en estos días me trae cosas más alegres.