Ya me encuentro aquí de nuevo. Después de la tempestad siempre viene la calma. Ahora puedo volver a mi vida diaria. Sé que últimamente me encuentro totalmente perdida de este espacio. Algunos os habréis dado cuenta, otros, seguramente, no. Siento no haberme paseado por vuestras casas últimamente porque se que me habré perdido bastantes cosas pero las circunstancias así lo han propiciado.

He pasado una semana de locura, de nervios, de estrés, de llamadas de teléfono, de teatrillos frente al enemigo, de reuniones muy tensas donde nos lo jugábamos todo y de casi enfilar la fila del paro. Ahora, por fin, ya hemos vuelto de la guerra...y menos mal, que al final hemos vencido.

Se que para algunos esto suena un poco exagerado pero así es como me encuentro, como si hubiera vuelto de una lucha, me siento como si me hubieran dado una paliza, me siento cansada tanto de cuerpo como de mente. No me he leído nunca "El arte de la guerra" pero si me acuerdo de la película "Sol naciente" en la que se hacía un paralelismo entre la aplicación de este libro a una guerra y a la estrategia empresarial de las empresas japonesas. Pues bien, esa ha sido nuestra guerra: estrategia empresarial pura y dura. Hemos luchado con todas nuestras armas frente a nuestro Goliat y, por extraño que parezca (pues aún no lo creemos), hemos vencido. Se ha firmado la paz durante dos años más. ¿Serán suficientes? No lo sabemos.