RESUMIENDO...
Veamos, se que he estado totalmente perdida pero un año más se comprueba que el mes de julio es el peor mes para los contables. Para aquellos que no los sepáis se nos concentra en un mes la presentación del IVA, las cuentas Anuales al Registro Mercantil y el Impuesto de Sociedades (porque recordad que Hacienda somos todos y hay que pagar). Si además, como es mi caso, llevas cuatro empresas pues te ves desbordada.
Esa es la explicación de porqué he estado totalmente desaparecida: trabajo, trabajo y trabajo.
Bueno, también tengo que deciros que este martes me hice la famosa prueba médica. Por supuesto que no fue tan malo, molesto sí, desagradable, también, y con unos efectos secundarios muy duraderos: parecía que estaba emporrada durante todo el día. Era como vivir en una nube. Vaya con los sedantes.
Le pregunté a la médica que me hizo la prueba si había visto algo. Y ella me dijo que no había visto nada nuevo. Que lo único que había visto era lo que ya tenía. Así que cuando vuelva a ver a mi cardiólogo a ver qué me dice, o si me quiere hacer más pruebas. En fin, ya os seguiré contando la historia.
Ya tan sólo me queda una semana para irme de vacaciones. Rebeca, a tu tierra voy, sí, a Barcelona a una boda de un primo mio. Se casa en mitad de la montaña en una ermita. No me quiero ni imaginar cómo acabaré con los tacones.
Ahora me toca empezar a ponerme al día con vosotros. Ya seguiré comentando mis idas y venidas. Por ahora estoy muy contenta, eso sí, con un resfriado alucinante (por eso no he podido escribir hasta hoy, llevo desde el martes con una nube en la cabeza).
Esa es la explicación de porqué he estado totalmente desaparecida: trabajo, trabajo y trabajo.
Bueno, también tengo que deciros que este martes me hice la famosa prueba médica. Por supuesto que no fue tan malo, molesto sí, desagradable, también, y con unos efectos secundarios muy duraderos: parecía que estaba emporrada durante todo el día. Era como vivir en una nube. Vaya con los sedantes.
Le pregunté a la médica que me hizo la prueba si había visto algo. Y ella me dijo que no había visto nada nuevo. Que lo único que había visto era lo que ya tenía. Así que cuando vuelva a ver a mi cardiólogo a ver qué me dice, o si me quiere hacer más pruebas. En fin, ya os seguiré contando la historia.
Ya tan sólo me queda una semana para irme de vacaciones. Rebeca, a tu tierra voy, sí, a Barcelona a una boda de un primo mio. Se casa en mitad de la montaña en una ermita. No me quiero ni imaginar cómo acabaré con los tacones.
Ahora me toca empezar a ponerme al día con vosotros. Ya seguiré comentando mis idas y venidas. Por ahora estoy muy contenta, eso sí, con un resfriado alucinante (por eso no he podido escribir hasta hoy, llevo desde el martes con una nube en la cabeza).