¿Dónde está el trocito de mundo que me toca?

VOILÀ...C'ÉST ICI!

jueves, febrero 08, 2007

Entre la cabeza y el alma.

Siempre me pasa lo mismo. ¿Por qué cada vez que me confío y bajo la guardia me vuelve a pasar lo mismo? Decidí sacarme esto de la mente. Decidí sacarte de mi vida. Creo que lo conseguí…¿o tal vez me engañé a mi misma? Ahora que me pongo a repasar lo que pasamos hace unos días creo que me estaba engañando a mi misma. Esto no tiene solución. No logro ni ir para delante ni ir para detrás. Pero es algo que no puede quedarse de esta forma porque noto que poco a poco me va consumiendo. No puedo vivir todo el día pendiente de una llamada o de un mensaje que me diga que por un momento te has acordado de mí…


Sin embargo, creo que esta vez, parte de mi recaída se debe a ti. Si no sientes nada, ¿por qué finges que lo sientes? ¿Por qué me demuestras sentimientos que no tienes? ¿Por qué me hablas y me dices palabras que quisiera escuchar una y mil veces? Ahora me encuentro atrapada, mi mente me dice que estás jugando conmigo y mi corazón, sin embargo, quiere ponerse una venda en los ojos y fingir que todo lo que dices y haces si tiene un fondo verdadero.

¿Tan mala he sido contigo para que me produzcas este daño? Si tanto me aprecias, ¿por qué me provocas este dolor en el corazón? ¿Por qué juegas conmigo? Estás siendo egoísta en esta situación. Te excusas diciendo que eres una persona cambiante y vacilante…que eres bastante disperso. ¿Y eso te da derecho a hacerme el daño que me estás haciendo?

Ya no puedo seguir con esto. Y lamento lo que pierdo (que es una persona como tu) pero necesito mirar hacia otro lado, necesito poder volver a respirar sin que me duela tanto el alma. Así que esta vez sí que necesito que me dejes marchar sola. Por favor, no vuelvas a crear un mundo de ilusiones a mi alrededor que no eres capaz de sentir. No creo que merezca esto.

Por favor, sólo necesito que me dejes ir…

martes, febrero 06, 2007

Prueba superada.

Pues bien, este fin de semana por fin llegaron mis amigos a que les enseñara Sevilla. Lamentablemente el tiempo no acompañó mucho ya que la lluvia estuvo presente durante toda la mitad del fin de semana. Así que me quedé un poco a cuadros porque tenía muy bien preparadas mis rutas para pasear por las calles, tapear en los pequeños bares y terracitas...y ¿qué me encuentro? Una lluvia a mares. Paseando lo poco que podíamos bajo la lluvia y con el paraguas. Así que mientras ibamos paseando por las calles, luchando contra la lluvia, yo iba dándole vueltas a la cabeza a ver en que bar nos metíamos para poder descansar de tanta lluvia.
No obstante, conseguí rehacer todo lo bien que pude mis rutas y al final el fin de semana no se fue al traste. El sábado al medio día el tiempo mejoró y pude darles ese paseo tan fascinante para todo el que viene de afuera que es pasear por las calles del Barrio Santa Cruz (aunque he de confesar que para mi también volvió a serlo).
Al final, me agradecieron muchísimo la visita, que lo habían pasado genial incluso aunque hubiera llovido y que les gustaría volver para disfrutar otra vez de la ciudad con mejor tiempo y sobre todo de mi compañía (Javi, no tuve que usar el plan B: emborracharlos).
Así que me encuentro genial porque para mi no dejaba de ser un examen (creo que está aprobado con nota). Ya se me había olvidado que la gente cuando viene a conocer una ciudad y se la enseñas poniendo toda la ilusión que puedes te lo agradece vaya donde vaya. A mí me ha pasado. Sólo con ver el empeño que están poniendo ya te sientes agradecido por el interes que ponen en enseñarte lo mejor que ellos conocen. La verdad es que ha sido un fin de semana genial. Me he dado cuenta, que cuando enseñas tu ciudad a gente que viene a conocerla es como si la volvieras a descubrir, y al pasear por todos sus rincones es como si volvieras a verla casi con los mismos ojos que la miraron por primera vez.
En fin, que el turismo por mi ciudad ha despertado en mi otra vez la vena viajera y las ganas de perderme por alguna ciudad española, andar por sus calles y conocerla esquina a esquina. A ver si puedo convencer a alguien para que me acompañe a Salamanca que es una de mis ciudades pendientes. Mientras tanto, seguiré paseando por estas calles.