¿Dónde está el trocito de mundo que me toca?

VOILÀ...C'ÉST ICI!

lunes, junio 29, 2009

HARTA.

No se lo que me pasa últimamente, pero después de mucho y mucho pensar creo que me encuentro harta, sí, HARTA de todo:

- Harta de que mi jefe sea la persona más pesada que conozco.
- Harta de este trabajo, que si bien disfruto contabilizando, no disfruto tanto siendo una esclava de la mier** de horario laboral que tengo. Por lo tanto, también estoy harta de vivir para el trabajo.
- Estoy harta de decirme a mi misma que este año voy a ir allí y acá y al final que se quede en eso: en sólo decir que voy a ir allí y acá.
- Estoy harta de que últimamente casi todo el mundo que conozco le de por mirarse el ombligo. Parece una epidemia. No les importa si le hacen daño a los demás, y últimamente hay mucha gente dañada en mi grupo.
- Harta de que el insomnio vuelva a mi sin saber porqué ha vuelto....
- Harta de ver como mi vida no va hacia dónde a mi me gustaría que fuera, aunque también estoy harta de pensar hacia dónde realmente quiero que vaya.
- Y por último, estoy harta de mi misma y de pensar en todas las cosas que me producen "hartura".

En fin, no es mi mejor momento. Me echo de menos....echo de menos aquella persona que reía mucho y que era las maracas del grupo. ¡Quiero que vuelva! ¡Quiero que me quite esta tontuna de encima! ¡Quiero volver a ser yo!

P.D: Sí, se me ha ido la pinza pero es que realmente me encuentro desesperada de mi propio hastío. Menos mal que esto será algo pasajero....porque ya estoy harta (ahí vamos de nuevo) de tanta reflexión sobre mi vida.

martes, junio 23, 2009

LEY DE VIDA.

Ayer estuve en el tanatorio. Es extraño, pero cuando uno entra en ese tipo de edificios puede sentir tantos sentimientos negativos a la vez: dolor, pena, culpa, desesperación, tristeza, agonía... Todos intentando mantener una fachada fuerte ante los demás. Personas pululando por allí buscando las salas en las que tendrán que dar el pésame o simplemente encontrarse con sus familiares para ahogar juntos el dolor.

En cuanto crucé el umbral de la puerta no pude reprimir un "déja vu" de cuando estuve en un sitio similar en Barcelona por mi abuelo y por mi tío. Me resultó extraño conocer mejor el tanatorio de allí que el de aquí. Además, me lamenté que supiera moverme con más soltura por el de allí, que conociera su capilla y como no, la sala en la que meten a los familiares cuando incineran el cuerpo.

Subí las escaleras para ir a la sala pensando en qué iba hacer o decir cuando me encontrara allí. O más bien, qué iba hacer dependiendo de lo que viera al llegar. Mientras me acercaba a la puerta iba reconociendo rostros familiares. Entonces reconocí a mi amigo allí sentado. Al verme se levantó y salió a saludarme antes de que pudiera entrar en aquella sala. Se fue hacia mi con una sonrisa en la cara. Le besé y le dije "lo siento". Él me volvió a mirar y volvió a sonreír. No sabía que más decirle. Sus hermanos se acercaron, todos con el semblante tranquilo. Los fui besando uno a uno (en total son ocho hermanos), ninguno tenía una gran tristeza en la cara: su padre por fin había descansado. Después de once años en una cama como un vegetal por fin había alcanzado su descanso...o más bien debería decir su familia había alcanzado el descanso porque él hacía once años que no decía nada, que no hacía nada, simplemente se dedicaba a respirar...

No dudo que era lo mejor, incluso, seguramente tendría que habernos dejado antes, hubiera sido menos sufrimiento. Por este motivo volví a recordar a mi tío, que murió antes de que empezará a sufrir de manera agónica una vez que el cáncer se expandió por todo su cuerpo. Sé que fue mejor que nos abandonara en ese punto pero aún así dolió mucho. También le ocurrió lo mismo a mi abuelo, murió justo antes de que la enfermedad que tenía lo dejara como un vegetal...aguantó lo suficiente para ver a su hijo que llegaba de Sevilla para verlo morir. Los médicos no se lo explicaban, pero el aguantó hasta que vio a su primogénito, después simplemente se fue. Sabíamos que eso era lo mejor, que a nosotros, de manera egoísta, al dejarnos entonces, nos ahorraba muchísimo sufrimiento, pero no por ello dejó de ser doloroso.

Cuando salí del tanatorio y me dirigí a mi casa mientras la pena seguía dentro de mí, no podía quitarme de la cabeza todos los sentimientos que me habían invadido y golpeado mientras me había encontrado allí. Por la noche se me saltaron las lágrimas porque comprendía que cuando llegara el momento yo estaría también allí viendo como la gente me daba el pésame porque mis padres nos habían abandonado...y una tristeza muy grande se apoderó de mi ser porque de un tiempo hacia aquí soy muy consciente de cómo ellos envejecen, de cómo esas personas que habían sido tan fuertes para mi se van debilitando y volviéndose más delicadas.


Es cuestión de tiempo....es ley de vida.

martes, junio 09, 2009

DISAPPEAR.

jueves, junio 04, 2009

UN POCO DE HUMOR (3).

Hoy leyendo 20minutos.es he encontrado este vídeo de un programa. Me ha hecho sonreír verdaderamente de nuevo. Me alegra volver a sonreír....aquí os lo dejo:

martes, junio 02, 2009

SUEÑOS ROTOS.

Creo que nunca os he hablado de mi primo R. Para mí, es mi primo preferido. Él es mayor que yo aunque sólo nos llevamos tres años por lo que hemos salido muchas veces juntos en mi grupo de amigos. He de decir que mi primo R. no vive en Sevilla sino en Barcelona. Supongo que tampoco os he contado que casi toda mi familia vive en Cataluña. Pues sí. La familia de mi padre, que es la más grande ya que son seis hermanos, vive allí. Aunque todos mis tíos, mis abuelos y mi padre son sevillanos. Lo que ocurrió es que mis abuelos y mis tíos emigraron para tierras catalanas allá por finales de los 60 porque aquí, en Sevilla, no había mucho trabajo. Se fueron todos excepto mi padre que se quedo con mi madre ya que estaban casados. Esa fue otra gran sorpresa en mi vida, enterarme de que mi padre y mi madre se casaron con dieciocho y dieciséis años respectivamente, para que mi padre se pudiera quedar (ellos se conocían desde que mi madre tenía 13 años) ya que sino, se hubiera tenido que ir a Barcelona con mis abuelos (era el mayor) para trabajar y ayudar a mi abuelo a sacar la familia adelante.



En fin, como siempre, ya me he dispersado de lo que quería contar. Todo ello viene a que mi primo R. aún estando en Barcelona se ha pasado media vida en Sevilla. Desde que empezó el instituto se venía los tres meses de verano a pasarlos aquí, y cuando empezó a trabajar sus vacaciones siempre eran para venir a Sevilla, incluso hizo la mili aquí aunque por sus circunstancias personales le hubieran dado plaza en un cuartel que tenía muy cerca del piso de mis tíos allí en Barcelona. Ni que decir tiene, por tanto, el cariño que le tengo a este primo ya que he crecido con él, para mi es como un hermano.



Cuando R. empezó a trabajar lo hizo en la fábrica de coches de SEAT. Allí vivió años de bonanza pero llegaron malos tiempos e hicieron una reestructuración de la plantilla con lo cual se quedó en paro (de esto ya hace unos años). Me acuerdo que lo pasó francamente mal (no es una persona tan positiva como yo) y eso que precisamente en ese momento los dos estábamos en paro pensando qué hacer con nuestras vidas. Evidentemente, no tardó en encontrar trabajo. No obstante, al tiempo decidió montar una empresa de carpintería metálica con un compañero y le fue genial. Tenían mucho trabajo y fueron ampliando y comprando más máquinas. Realmente se veía muy feliz tanto profesionalmente como personalmente porque se echó novia (otro de los solteros de oro de la familia pillado, ya sólo quedo yo). Con la crisis el negocio ha decaído bastante pero seguían haciendo cosas con las cuales iban sobreviviendo hasta que llegaran tiempos mejores.



Ayer nos llamó mi tía, su madre y hermana de mi padre, habían entrado en la nave a robar y se lo habían llevado todo. Todas las máquinas y materiales (y esas máquinas costaban un dineral). Sólo les han dejado las paredes. Se han quedado sin nada, sin dinero, sin sueños. ¿Cómo ayudas a alguien que de un día para otro ve cómo han destrozado su vida sin posibilidad de recuperarse? ¿Cómo puedes intentar calmar a alguien que te habla en la distancia entrecortadamente? ¿Cómo puedo ayudar a mi "hermano" en este momento tan duro?

lunes, junio 01, 2009

TOKIO BLUES (NORWEGIAN WOOD).


Novela del escritor japonés Haruki Murakami en la que narra la historia de Toru Watanabe, un ejecutivo que al aterrizar en un aeropuerto de Alemania escucha la canción de los Beatles "Norwegian Wood", tras lo cual acude a su memoria su época adolescente, recordando entonces todos los acontecimientos que se desarrollaron en aquellos años.


La verdad es que hacía mucho tiempo que iba detrás de esta novela. Lo que siempre me pasa es que soy muy pesada para irme a comprar libros ya que una vez que entro en una librería soy capaz de llevarme la mitad de ésta. He de reconocer que me cuesta más trabajo contenerme en una librería (con ello me refiero a la compra compulsiva) que en una tienda de ropa. Para mi entrar en una librería es especial, veo tantos libros que me gustaría leer...que se me hace muy difícil llevarme uno o dos...me llevaría muchísimos, pero mi conciencia me dice que si compro demasiados los ahorros para poder ir arreglando mi piso se verán demasiado mermados así que aguanto el tirón...pero me voy con penita de ellas habiendo comprado sólo uno de todos los que me gustaría tener en mis manos para disfrutar leyéndolos. En fin, que como siempre me he ido por los Cerros de Úbeda.


Volviendo a la novela, mientras la leía, me he acordado mucho de "El guardián entre el centeno", de J. D. Salinger; pero he de decir, y aquí a lo mejor más de uno me llama como mínimo sacrílega, que la de Salinger para mi no significó nada. Me resultó una novela insulsa y en ocasiones hasta pesada de leer. De hecho, cuando la terminé no lograba de entender porque dicho libro tenía tanto prestigio y fama. Intenté ponerme en la época en que se publicó, y supongo que para aquellos entonces escribir ese tipo de novela fue una "revolución" en Estados Unidos, pero más allá de eso a mi no me transmitió mucho. A lo mejor me hubiera dejado más huella si la hubiera leído en época adolescente y no casi llegando a la treintena. Con ello quiero decir, que aunque "El guardián entre el centeno" me resultó insulsa (vamos a ver las críticas que me van a caer) la de Murakami, tratando los mismos temas, me ha atrapado de una forma impensable. De hecho, ayer me quedé leyendo hasta las una y media de la madrugada para acabar la novela porque no quería dejar para hoy su final.


Os la recomiendo encarecidamente. A mi me ha encantado, me ha atrapado como hacen esos pocos libros que dejan una huella en ti. He disfrutado muchísimo, y en cierta manera me ha hecho recordar mi época adolescente. Me ha hecho revivir lo que durante esos años llegamos a sentir pensando que somos los únicos que tenemos esas sensaciones cuando el resto de chicos y chicas de nuestra misma edad sufren las mismas desorientaciones y pérdida de situación en el mundo. No podría finalizar el post sin dejaros aquí la canción de los Beatles que da título al libro. Así que a disfrutarla: