LA PRUEBA DEL VESTIDO DE NOVIA.
Pues sí, ayer estuve en la prueba del vestido de novia...por favor, por favor...que no cunda el pánico...tranquilidad las masas, NO era la prueba de mi vestido de novia sino el de mi futura cuñada.
Ayer mientras estábamos entre trajes blancos inmaculados, gris perla, color champán, beige o blanco roto (qué forma más rara de llamarlo), mientras miraba a la que iba a ser mi futura cuñada en octubre, me encontré haciendo memoria y descubrí que ya era la cuarta "prueba de vestido de novia" a la que asistía sin ser para mi. Ya he ido a la de mis dos primas más cercanas (lo digo por aquello del roce hace el cariño), a la de mi otra cuñada y ahora a la de mi futura cuñada. Lo más gracioso es que yo nunca he dicho que quisiera ir, es más, siempre me he visto en al atolladero sin comerlo y sin beberlo y cuando me he dado cuenta tenía los ojos de las futuras novias mirándome y diciendo "vas a venir a la prueba de mi vestido, ¿verdad? Me hace mucha ilusión que vengas". Así que allí iba yo a intentar disfrutar y hacer feliz a esas mujeres tan cercanas a mi. No me entendáis mal. No es que fuera un suplicio, eso tampoco. Además, una vez que estás allí pues te hace ilusión ser partícipe del secreto mejor guardado de la familia durante unos meses: EL TRAJE DE LA NOVIA.
Bueno, como ya he dicho, no es que me amargue, además después siempre acabo casi peleándome con la costurera para dar mi opinión sobre mejor por allí y mejor por aquí y a la novia siempre la escucho diciendo: "Sí, sí, hágale caso, estoy de acuerdo contigo Gaby, yo también creo que me quedará mejor así". Lo que ocurre es que al final cuando ya las dejan allí delante del espejo todo el tiempo que quieran mirándose siempre llega a mi mente lo mal que lo pasaría yo si tuviera que caminar por un pasillo llenos de gente mirándome....vamos lo mal que lo pasaría siendo el centro de atención. Las miro y me digo: "ja, menos mal que no eres tu". En mi lugar, yo creo que sería más feliz casándome sin tanta parafernalia....con una celebración tipo barbacoa y cada uno fuera como le diera la gana....o casándote en la playa con el concejal de turno....con la gente vestida playera y sin el dichoso pasillito que recorrer tipo pase de modelo. Mi madre pondría el grito en el cielo....jajajajaj.
De todas formas, no es algo que me quite el sueño. Al fin y al cabo, por ahora no tengo ningún tipo de peligro en recorrer ningún pasillo, entre otras cosas, porque no tengo nadie con quien recorrerlo (creo que es bastante importante tener al novio esperándote en la Iglesia y no es mi caso).
En fin, supongo que ha sido una tontería ponerme a pensar en esto, pero desde ayer no paro de darle vueltas a la cabeza en que al final le voy a tener que dar la razón a mi abuela y soy RARA. La única nieta (la mayor de todas sus nietas) sin pareja, sin ilusión por ponerse el vestido blanco, sin querer pasar por la vicaría (al menos por ahora porque ya se sabe eso de "nunca digas de este agua no beberé"), queriéndose ir a vivir sola (esto mi abuela lo lleva fatal) y siendo demasiado independiente para ser mujer....(creo que mi familia es muy anticuada).
Que le voy hacer. En octubre tendré que volver a vivir una boda familiar, en la que espero que no me agobien con lo de la rara de la familia y en la que espero pasármelo bien. Al menos, no seré yo la que será el centro de atención ni la que tendrá que desfilar delante de todos.