MIS CELESTINAS Y CELESTINOS.
No sé si a los solteros y solteras que leéis este blog os pasa lo que me ocurre a mi. Cuando una está rodeada de parejas y parece una isla desierta de soltería entre medio de tanto "amor parejil" a tus amigos emparejados le entra "la vena alcahueta" y te buscan pareja hasta debajo de las piedras.
Yo tengo dos territorios en los que trabajan mis alcahuetes: Sevilla y Barcelona. En Barcelona se encuentra mi familia y ahí los peligrosos son mi abuela y mi tío P. que creo que le hacen sombra a la mismísima"Celestina".
En Sevilla tengo al resto: mi madre, mi jefe, mi compañero de trabajo, mis amigas y mis compañeros de Facultad. Eso sí, también me salen espontáneos, como una mujer que siempre está en el bar que desayuno todas las mañanas que lleva un año intentando liarme con su hijo (eso es otra historia que os contaré algún día).
Pues bien, en estos momentos tenemos a una de mis celestinas (la mujer de uno de mis amigos de la Facultad) desplegando todo su buen saber para liarme con un compañero de trabajo de mi amigo. La cosa empezó allá por el verano cuando quedamos todos y ella muy sutilmente consiguió ponernos en una situación estratégica. Este fin de semana pasado, lo ha vuelto a hacer.
En realidad, no me importa conocer gente nueva lo que ocurre es que es un poco intimidador saber que todo el mundo está pendiente de si hablas con él,si te acercas, si él te dice algo, si has mirado, si él ha mirado...vamos que parece que estás haciendo un examen. En fin, no se si vosotros os habréis visto alguna vez en esta situación.
Después de todo esto, ante todo decir, que agradezco que la gente que me quiere se preocupe por mí e intente buscarme una pareja para pasar el resto de mi existencia, pero pasa algo. Veamos. ¿No os habéis dado cuenta que a la gente le surge esta bondad cuando una ya ha pasado de los treinta? ¿Tanta pena doy por no tener pareja en la treintena? Porque cuando estaba en mi década veinteañera la gente me dejaba tranquila. Ahora que cuando fui acercándome a los treinta, parece que se desató la locura general de impedir que pasara mis días sobre la faz de la Tierra sola, que lo agradezco, pero ¿por qué ahora? Es como si llegados a esta edad ya uno tiene que estar acoplado a alguien sino después ya no te podrás acoplar, ya no tendrás la oportunidad de ¿ser feliz?
No sé, creo que me ido por los Cerros de Úbeda y que al final he estado desvariando. Lo que yo quería decir es que cuando eres veinteañera y no tienes una vida de "novios van novios vienen" sólo te dicen: "a ver si te echas novio". Pero cuando de veinteañera pasas a treinteañera la cosa pasa a ser: "te voy a buscar novio". Cuando llegamos a los treinta sin novio parece que la gente entiende que no hemos sido capaz de encontrar pareja por nosotros mismos. Pero a mi me gustaría que pensaran que simplemente puede ser que NO HEMOS ENCONTRADO A LA PERSONA QUE NOS COMPLEMENTA. No todos vamos a tener la suerte de conocer a alguien y que sea esa la persona con la que congeniamos y queremos. Cuando tienes un montón de parejas felices a tu alrededor parece que olvidan que lo difícil es encontrar lo que ellos tienen, y que lo fácil es estar soltero intentado encontrar a esa persona que te complemente.
Con ello sólo quería decir: QUE ME TENGAN PACIENCIA, no puedo decirle a mi corazón que haga esto u lo otro aunque la persona que me busquéis sea la más maravillosa del mundo. Porque, al final, todo se reduce a que seamos el ideal uno del otro.