¿Dónde está el trocito de mundo que me toca?

VOILÀ...C'ÉST ICI!

lunes, junio 28, 2010

¡¡POR FIN!!

Vosotros diréis o pensareis: ¿por fin qué?

Pues por fin tengo ¡¡LA JORNADA INTENSIVA!! aún no me lo creo. Vaya cambio que tengo. De estar hasta las 8 de la tarde paso a salir a las 3 y hasta mañana. Que pena que mi horario normal no sea éste, podría tener una vida de lo más normal y no vivir al salto mata arañando tiempo de dónde no tengo.


Aunque claro, tampoco hay que quejarse porque muchos ya querrían trabajo aunque tuvieran que salir a las 8 de la tarde todo el verano. Pero ya se sabe, quejarse del trabajo y del jefe es el deporte nacional de todo español que se precie.

No se si alguna vez os he comentado (supongo que sí) que mi jornada intensiva no tiene nada que ver con el convenio colectivo tan bonito que tenemos. No. Esto es una dictadura, y mi jefe, como todo dictador bueno que se precie, disfruta haciéndole la puñeta a todos aquellos que están bajo sus órdenes.


En resumidas cuentas, el primer año que entré aquí a trabajar, eso de coger la jornada intensiva se medía por el calor que tenía mi jefe. Me explico. Yo le preguntaba: "X, ¿vamos a tener la jornada intensiva ya?" y el susodicho me respondía "yo aún no tengo calor". Por supuesto, esta conversación se formulaba en pleno mes de julio en Sevilla a unas temperaturas de 40º a la sombra. Él nunca tenía calor puesto que cuando empezaba a apretar "el Lorenzo" (como aquí lo llamamos) en lugar de venir a la oficina como los demás a las 5, él iba llegando más tarde. Hasta que cuando hacía muchísima calor llegaba a las 7:45 de la tarde. Evidentemente, él, nunca tenía calor. Pero claro, tampoco podía ser el malo de la película, así que nos daba jornada intensiva en agosto, lo único que ocurria es que entonces nos coincidía con nuestras vacaciones.

Al año siguiente le tuve que echar cara y a principios de mes le dije que qué pasaba con la jornada intensiva, y él me volvió a responder lo mismo: "yo aún no tengo calor"; así que entonces le eché cara: "hombre, es que nosotros que venimos a las 5 (como diciendo: que no tú, que vienes mucho más tarde) nos morimos de calor por el camino, sin contar que cuando llegamos y ponemos el aire hasta aproximadamente las 6:30 no hay quien haga nada del calor que hay concentrado en el piso". Ese año conseguí la jornada intensiva a principios del mes de julio. Ni que decir tiene, que nuestro convenio estipula muy claramente la jornada intensiva, lo único que ocurre es que él, el convenio y el Estatuto de los Trabajadores los usa para que las mesas no estén cojas.


Y ya este año pensé, total si le va a echar cara mejor le echo yo cara antes porque igual me pone de mala idea y la liamos. Así que fui a su despacho a coger unas chequeras y mientas entraba y las cogía le solté: "X, la semana que viene empezamos la jornada intensiva, ¿no?" Ahí, directo, sin posibilidad de replantearse el calor que tenga. Me miró porque lo pillé totalmente desprevenido y me dijo "vale". Con muy poca fuerza y casi perplejo por lo que había soltado en un momento.


Hoy, ni se acordará de la jornada intensiva hasta que sean las 2:30 y vea que no recogemos. Entonces vendrá y dirá: "venga vámonos que son las 2:30". Y yo le diré: "X, ¿no te acuerdas que hoy empezábamos la jornada intensiva". Y entonces él pondrá una cara que lo único que le faltará será echar espuma por la boca. Y yo para mis adentros me diré: "ahí lo llevas, que yo ya tengo suficiente calor para quedarme en casa".

jueves, junio 24, 2010

MI CITA CON EL MÉDICO.

Si os dijera que hoy no he estado nerviosa, os mentiría como una bellaca. Si os dijera que hoy no he sentido todos los dolores por sentir en el corazón (por supuesto imaginarios y totalmente a consecuencia de esta situación ya que nunca he sentido dolor físico en ese músculo) la nariz me crecería como a Pinocho. En fin, que ha sido un día bastante nerviosillo, mucho. Además, he tenido un día en el trabajo de lo más estresante. Con lo cual, hoy ha sido un día redondo, redondo para irme a casa y descansar. Lástima que aún me queda hora y media de trabajo que si no....

He de confesar que mis dos grandes miedos eran que el médico se pusiera hecho un borde conmigo por no haberme realizado la prueba y el otro, que me dijera algo tan grave que me quedara fulminada en la silla.


No he ido sola, mi padre me ha acompañado (él está jubilado) que no mi madre que la pobre tenía que trabajar y espera ya pedir los días de la prueba y cuando vuelva a ver al médico para comentar resultados.


Llegamos a la consulta mi padre y yo, y cuando salió la enfermera le di el papel de la cita y la carta que me mandó el médico que me tenía que hacer la prueba. Pensé que mejor se la daba ya y que la fuera leyendo para que supiera ya el porqué no tenía los resultados de la dichosa prueba. Allí nos sentamos mi padre y yo en la sala de espera. Los pacientes iban pasando, y como era de esperar no entré a la hora que tenía la cita. Incluso entraron los que llegaron más tarde que yo. Entonces, una idea peregrina se posó en mi mente: "me ha dejado para la última porque el tema a tratar será peliagudo". Y entonces el corazón me empezó a bombear fuerte, se me hizo un nudo en el estómago y empezó a entrarme un nerviosismo descontrolado. Al final, cuando ya estábamos solos en la sala nos llamaron. "Oh oh" pensé "creo que no me he equivocado".


Entramos en la consulta y me senté y el cardiólogo empezó a leer los papeles que tenía delante. Ya estaba yo preparada para contestar y discutir todo lo que hiciera falta cuando va y empieza explicarme. Parece ser que se dio cuenta que fue una barbaridad el que me mandaran allí sin ningún tipo de información.


Me dijo que tenía que hacerme la prueba porque lo que me diagnosticaron de pequeña podría haber estado mal (que digo yo que a mi me hicieron el cateterismo, una prueba bastante importante como para que encima se equivocaran). Que creían que era otra cosa y la única posibilidad era confirmarlo a través de esa prueba. Si es lo que ellos dicen puede ser un pequeño agujerito que conecta no se que sitio del corazón y que deja pasar la sangre de un lado a otro (Rebeca perdóname por pegarle patadas a vuestro lenguaje técnico pero es que no me puedo quedar con todo). Tienen que comprobar si es eso, si lo es, cómo de grande es el agujerito. Y si es muy pequeño no hacen nada y si es algo más grande lo estudiarían y me operarían para ponerme un "parche". Esta palabra me la ha dicho él textualmente. Que no me preocupara que incluso hay deportistas con ello que hacen una vida deportiva. Que en todo caso el parche es para prevenir el día de mañana.


Ni os podéis imaginar la tranquilidad que me ha entrado. Hombre, lo suyo sería que no tuviera nada, y si tengo, que no haya que operar. Pero claro, después de todo lo que llevo vivido esto para mi suena a música celestial.

Hoy, por fin, voy a poder dormir tranquila.

viernes, junio 18, 2010

MI POBRE CORAZÓN.

Ayer viví uno de los días más estresantes de mi vida. No os preocupeis que no tiene nada que ver con mi situación amorosa, eso sigue yendo viento en popa.

Nunca os he contado, que tengo un pequeño defectillo en mi corazón, hablo físicamente, desde que nací. Estoy vigilada desde entonces por el especialista, por el cardiólogo. Ya llevo mucho hospital desde pequeña a cuestas, pero afortunadamente los últimos años han sido una balsa de aceite. Mis revisiones eran simple rutina y llevo una vida totalmente normal, con algunas limitaciones (vamos nada en especial, eh?) pero normal al fin y al cabo. Vamos, un asmático tiene más restricciones que yo en su vida normal.

No obstante, este año en la última revisión, el médico que me hizo el ecocardiograma (para aquellos que no lo sepáis es como las ecografías que le hacen a las embarazadas pero en el corazón) cree a ver visto algo pero según el mi capacidad torácica no le permite verlo con exactitud, con lo cual recomienda otro tipo de ecografía (llamemosle así porque no me acuerdo del nombre) que consiste en meterte un tubo por la boca (supongo que a lo mejor Rebeca si sabe cómo se llama). Claro, eso implica que te tienen que sedar (que no anestesiar) y que te dejan tonta todo el día. Pues bien, todo esto que os he explicado me lo contaron ayer de golpe. En realidad, las cosas sucedieron de este modo:

1º) Fui hacerme el ecocardiograma que me había mandado el cardiólogo.

2º) Me llaman de la consulta y me dejan un mensaje en el contestador que el médico ha visto mis resultados y que va a pedir que me repitan la prueba. Evidentemente, cuando escuche el mensaje me acojoné, porque me resultaba muy raro. Pero claro, a quien le preguntas, a quién te diriges.

3º) Me llaman del hospital (otro mensaje en el contestador) y me dicen el día que tengo que ir y que vaya en ayunas. ¿En ayunas? ¿Desde cuando un ecocardiograma necesita que te lo hagan en ayunas?

4º) Me paso un mes (desde que me citan hasta que voy a la prueba) en que no se que me pasa. No se si me han visto algo malo. No se si me tienen que operar. No se si voy a llegar al verano....no se nada de nada.

Pues bien, imaginaros como estaba ayer cuando llegué al hospital: dando votes. Hablo con la enfermera y le pregunto a ver que puedo averiguar. Y ya cuando me toca entro y le digo a la enfermera que no se para que estoy allí. Entonces me explican todo lo que os he contado al principio. El médico que me tenía que hacer la prueba, muy amable por cierto, me lo explicó todo con sumo detalle y se quedó extrañado de que mi médico no me hubiera explicado nada y que yo ni supiera para que estaba verdaderamente allí. Me dieron un consentimiento para firmar antes de la prueba y todo. ¿Y sabéis que pasó? que no me la hice. No por miedo, sino por indignación. Me entraron ganas de llorar, todo el miedo acumulado dentro salió para afuera. Me resultó indignante que me trataran como a una oveja en el rebaño mandándote de aquí para allá sin saber a dónde vas y que van hacer con tu vida. Si tengo que firmar un consentimiento, ¿no significa que ya es una prueba importante? O al menos lo bastante importante para que el médico se hubiera dignado a hablar conmigo y a explicarme las cosas antes de hacérmela.

Al final, el medico de ayer muy amable me escribió una carta para mi cardiólogo (que lo veo el jueves que viene) diciendo que no me niego a hacerme la prueba (es verdad que me la voy hacer porque ya quiero ver si tengo algo o no) pero que quiero hablar antes con mi medico para que me explique la situación. El hombre me dijo que dejaban allí mis papeles y nada más que mi cardiólogo hablara conmigo y me mandara la prueba que él me daba cita. Me aseguró que no era nada urgente y que podía hablar tranquilamente con mi médico.
En fin, ayer fue un día horrible. Parecía que me habían dado una paliza. Es increíble como juegan con nuestras vidas.

martes, junio 15, 2010

ANDABA PERDIDA Y YA ME HE ENCONTRADO.

En fin, si es que ahora no tengo perdón de Dios, nada de nada. Decir que he estado muy liada, o más bien desbordada, pero claro tal vez no es una excusa aceptable para no haberme pasado de vez en cuando por vuestra casa. Tendré muchísimos deberes eso seguro.


Tendría que haber publicado unas cuantas veces porque cosas importantes me han pasado, vamos unas cuantas:

1) Voy a volver a ser tita por partida doble (que no es que mi cuñada traiga dos sino que mis dos cuñadas se han quedado embarazadas) así que para finales de año más alegría juvenil a la familia.

2) Me he ido a vivir sola. Eso para mi ha sido un cambio grandísimo, tanto que me he encontrado perdida alrededor de un mes que más o menos es lo que llevo viviendo sola, o más bien algo mas de un mes. No tenía ni idea de lo que te cambia la vida, del gran vuelco que te da todo, de como tu visión cambia, supongo porque te vuelves más terrenal al tener que hacer más tareas de hogar.

3) Hace 4 días que J se vino a vivir conmigo. Así que al cambio anterior hay que sumarle el cambio de convivir. Sí ya se, sólo llevamos cuatro meses y medio saliendo, pero es una situación muy rara. ¿Alguna vez habéis sentido al conocer a alguien como si lo conocierais de toda la vida? ¿Como si por algún motivo hubieras estado separado de esa persona y con los años la hubieras encontrado y todo fuera tan normal como si siempre hubierais estado juntos? Pues eso es lo que a mi me pasa con J. Es como si hiciera años que estuviéramos juntos cuando en realidad llevamos sólo meses. Y lo más increíble es que todo el mundo nos dice eso cuando nos pregunta cuanto tiempo llevamos, siempre todos contestan "pues parecen años".

4) Mi jefe me tiene loca con tanta empresa, y la verdad la cosa se está poniendo muy mal y no se cómo va a acabar todo esto.

Como veis, cosas me han pasado, muchas, tantas que es que no paro. Espero no tardar tanto en volver a publicar, y por supuesto, espero no tardar mucho en ponerme al día con vosotros.